Dice:
“Quienes suscribimos este documento, deseamos compartir con los miembros de la comunidad en general y en particular con los integrantes de los colectivos estudiantiles los siguientes puntos de vista, con el fin de contribuir a la reflexión sobre los fines y formas de hacer política de nuestro sector, así como invitar al debate, el intercambio y la batalla de ideas sobre dicho tema.
En el ámbito educativo, solo por mencionar un ejemplo, este año la UNAM rechazó a nivel nacional a más de 105,000 jóvenes que aspiraban a estudiar una carrera en esta institución. Debemos tener presente que actualmente, el derecho a la educación gratuita y de calidad es acechado permanentemente y que los ataques a distintas comunidades de la UNAM, mediante agresiones que cuestionan la autonomía universitaria, son una de las principales estrategias para desprestigiar y devaluar la educación pública.
El desempleo, los bajos salarios, las pésimas condiciones laborales, el decreciente desarrollo económico y la injusta distribución de la riqueza, arrastran a más personas a buscar salidas desesperadas para viabilizar su existencia; ya en el 2007, el 47 % de la población del país estaba en situación de pobreza patrimonial, el 18.2 % en pobreza alimentaria y el 51 % de la población se encuentra en pobreza económica. (Comentario: Esto de las cifras no me gusta mucho, pero nos facilitan ver que más de la mitad de la población se encuentra en situación de pobreza y creo sigue aumentando, sería conveniente checar fuentes y conceptos que manejan organismos de estudios sobre la pobreza).
Debemos prepararnos profesionalmente, con una visión humana, política, crítica, reconociendo que el carácter de estudiantes universitarios es transitorio y que partiendo de él, pero pensando en el futuro, debemos preguntarnos cuáles son nuestros derechos y obligaciones sociales, morales y políticas. ¿Quiénes nos antecedieron y como actuaron? ¿Qué sucedió con ellos y que produjeron sus acciones? ¿Cómo podemos contribuir nosotros?
En este contexto, intentamos motivar el debate en torno la labor del trabajo político de los jóvenes y más precisamente, el de los estudiantes. ¿Qué importancia tiene? Las organizaciones estudiantiles con actividades políticas, científicas, culturales y académicas, que nos identificamos con diversas causas sociales y tipos de izquierdas, desarrollamos trabajo que nutre el carácter plural de la academia; hace énfasis en puntos de vista, enfoques y teorías críticas; motiva abiertamente el debate sobre problemáticas públicas y reivindica el carácter libre y crítico del trabajo intelectual, así como el espíritu participativo de estudiantes, trabajadores y académicos en la vida política de nuestro país y el mundo.
Derivada de las características mencionadas, nuestra responsabilidad es elevar el nivel de formación práctica y teórica que tenemos, vincularnos, solidarizarnos con causas sociales justas y lo más importante, combatir el rechazo de nuestro pueblo a participar políticamente en las urgentes tareas que tenemos delante.
Preguntémonos: ¿En qué situación nos encontramos las agrupaciones políticas de la UNAM en el contexto actual del país? ¿Quiénes son nuestros enemigos y cómo enfrentarlos? ¿Quiénes son nuestros aliados y cómo vincularnos con ellos? ¿Cuáles son nuestras carencias y debilidades? ¿Qué debemos hacer y cómo debemos hacerlo?
Para fortalecer el trabajo que desarrollamos debemos crear una autoridad moral cimentada en la coherencia con nuestros principios, la calidad de nuestro trabajo y el compromiso de educar y aprender mediante nuestras actividades.
Hay que organizarnos para combatir a largo plazo el analfabetismo político, generar un espíritu crítico y formar espacios para fortalecer la formación y la capacitación para la acción."
Bibliografía sugerida:
Aboites Aguilar, Vicente Hugo, Viento del Norte: TLC y privatización de la educación superior en México, México: UAM-Plaza y Valdés, 1997.
Centro de derechos humanos Fray Francisco de Vitoria, “El derecho a la educación” en Informe Anual sobre la situación de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales en México 2007-2008, México: Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, pp. 109-132, 2009.
Cerezo Alejandro “Criminación de la protesta social”, Revista revuelta, No. 13.
Cornejo Koster, Enrique, “Crónica del movimiento estudiantil peruano”, en Portantiero, Juan Carlos, Estudiantes y política en América Latina. Crónicas y documentos, Siglo XXI, México, 1978.
De Mora, Juan Miguel. Los conflictos en la UNAM. Editores asociados S.A-Historia Actual, 1977.
El Ateneo de la Juventud y la Revolución Mexicana. Una visión de los primeros años. Revista Panoramas de Nuestra América. CCyDEL-UNAM, 1993.
García Laguardia, Jorge Maño, “Universidad y política en América Latina. Consideraciones críticas” en Deslinde, no. 147, CESU, UNAM, México, 1982.
Marsiske, Renate (coord), Movimientos estudiantiles en la historia de América Latina, México: UNAM Centro de Estudios sobre la Universidad, Plaza y Valdés, 1999.
Mendoza Rojas, Javier, Los conflictos de la UNAM en el siglo XX, México: UNAM Centro de Estudios sobre la Universidad, Plaza y Valdés, 2001.
Portantiero, Juan Carlos, “Los movimientos universitarios en la política latinoamericana”, en Cuadernos del Centro de Documentación Legislativa Universitaria, no 4, abril-junio 1980, vol. II, UNAM, México.
Revueltas, José, Consideraciones sobre la autogestión académica, México: Anteo, 1969.
Rivero, José, Educación y exclusión en América Latina: reformas en tiempos de globalización, Lima: Tarea, 1999.
Solari Aldo, “Los movimientos estudiantes universitarios en América Latina” en Revista Mexicana de Sociología, vol. 29, no.4, UNAM, México, 1967, y en Deslinde no. 13, UNAM, México, 1972.
UNESCO, El derecho a la educación, UNESCO 1952.
En el ámbito educativo, solo por mencionar un ejemplo, este año la UNAM rechazó a nivel nacional a más de 105,000 jóvenes que aspiraban a estudiar una carrera en esta institución. Debemos tener presente que actualmente, el derecho a la educación gratuita y de calidad es acechado permanentemente y que los ataques a distintas comunidades de la UNAM, mediante agresiones que cuestionan la autonomía universitaria, son una de las principales estrategias para desprestigiar y devaluar la educación pública.
El desempleo, los bajos salarios, las pésimas condiciones laborales, el decreciente desarrollo económico y la injusta distribución de la riqueza, arrastran a más personas a buscar salidas desesperadas para viabilizar su existencia; ya en el 2007, el 47 % de la población del país estaba en situación de pobreza patrimonial, el 18.2 % en pobreza alimentaria y el 51 % de la población se encuentra en pobreza económica. (Comentario: Esto de las cifras no me gusta mucho, pero nos facilitan ver que más de la mitad de la población se encuentra en situación de pobreza y creo sigue aumentando, sería conveniente checar fuentes y conceptos que manejan organismos de estudios sobre la pobreza).
Debemos prepararnos profesionalmente, con una visión humana, política, crítica, reconociendo que el carácter de estudiantes universitarios es transitorio y que partiendo de él, pero pensando en el futuro, debemos preguntarnos cuáles son nuestros derechos y obligaciones sociales, morales y políticas. ¿Quiénes nos antecedieron y como actuaron? ¿Qué sucedió con ellos y que produjeron sus acciones? ¿Cómo podemos contribuir nosotros?
En este contexto, intentamos motivar el debate en torno la labor del trabajo político de los jóvenes y más precisamente, el de los estudiantes. ¿Qué importancia tiene? Las organizaciones estudiantiles con actividades políticas, científicas, culturales y académicas, que nos identificamos con diversas causas sociales y tipos de izquierdas, desarrollamos trabajo que nutre el carácter plural de la academia; hace énfasis en puntos de vista, enfoques y teorías críticas; motiva abiertamente el debate sobre problemáticas públicas y reivindica el carácter libre y crítico del trabajo intelectual, así como el espíritu participativo de estudiantes, trabajadores y académicos en la vida política de nuestro país y el mundo.
Derivada de las características mencionadas, nuestra responsabilidad es elevar el nivel de formación práctica y teórica que tenemos, vincularnos, solidarizarnos con causas sociales justas y lo más importante, combatir el rechazo de nuestro pueblo a participar políticamente en las urgentes tareas que tenemos delante.
Preguntémonos: ¿En qué situación nos encontramos las agrupaciones políticas de la UNAM en el contexto actual del país? ¿Quiénes son nuestros enemigos y cómo enfrentarlos? ¿Quiénes son nuestros aliados y cómo vincularnos con ellos? ¿Cuáles son nuestras carencias y debilidades? ¿Qué debemos hacer y cómo debemos hacerlo?
Para fortalecer el trabajo que desarrollamos debemos crear una autoridad moral cimentada en la coherencia con nuestros principios, la calidad de nuestro trabajo y el compromiso de educar y aprender mediante nuestras actividades.
Hay que organizarnos para combatir a largo plazo el analfabetismo político, generar un espíritu crítico y formar espacios para fortalecer la formación y la capacitación para la acción."
Bibliografía sugerida:
Aboites Aguilar, Vicente Hugo, Viento del Norte: TLC y privatización de la educación superior en México, México: UAM-Plaza y Valdés, 1997.
Centro de derechos humanos Fray Francisco de Vitoria, “El derecho a la educación” en Informe Anual sobre la situación de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales en México 2007-2008, México: Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, pp. 109-132, 2009.
Cerezo Alejandro “Criminación de la protesta social”, Revista revuelta, No. 13.
Cornejo Koster, Enrique, “Crónica del movimiento estudiantil peruano”, en Portantiero, Juan Carlos, Estudiantes y política en América Latina. Crónicas y documentos, Siglo XXI, México, 1978.
De Mora, Juan Miguel. Los conflictos en la UNAM. Editores asociados S.A-Historia Actual, 1977.
El Ateneo de la Juventud y la Revolución Mexicana. Una visión de los primeros años. Revista Panoramas de Nuestra América. CCyDEL-UNAM, 1993.
García Laguardia, Jorge Maño, “Universidad y política en América Latina. Consideraciones críticas” en Deslinde, no. 147, CESU, UNAM, México, 1982.
Marsiske, Renate (coord), Movimientos estudiantiles en la historia de América Latina, México: UNAM Centro de Estudios sobre la Universidad, Plaza y Valdés, 1999.
Mendoza Rojas, Javier, Los conflictos de la UNAM en el siglo XX, México: UNAM Centro de Estudios sobre la Universidad, Plaza y Valdés, 2001.
Portantiero, Juan Carlos, “Los movimientos universitarios en la política latinoamericana”, en Cuadernos del Centro de Documentación Legislativa Universitaria, no 4, abril-junio 1980, vol. II, UNAM, México.
Revueltas, José, Consideraciones sobre la autogestión académica, México: Anteo, 1969.
Rivero, José, Educación y exclusión en América Latina: reformas en tiempos de globalización, Lima: Tarea, 1999.
Solari Aldo, “Los movimientos estudiantes universitarios en América Latina” en Revista Mexicana de Sociología, vol. 29, no.4, UNAM, México, 1967, y en Deslinde no. 13, UNAM, México, 1972.
UNESCO, El derecho a la educación, UNESCO 1952.
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