30.10.12

Cantares mexicanos de Nezahualcóyotl

Nuestra existencia es tan efímera que debemos aprovechar lo que se nos ha dado de la mejor manera y en el mayor tiempo posible…

Yo, Nezahualcóyotl, lo pregunto:
¿Acaso de veras se vive con raíz en la Tierra?
No para siempre en la Tierra:
sólo un poco aquí.
Aunque sea de jade se quiebra,
aunque sea de oro se rompe,
aunque sea plumaje de quetzal se desgarra.
No para siempre en la Tierra:
sólo un poco aquí. 

La muerte aún sigue imperando como lo hacía en el viejo Imperio Mexicano. Por algo Mictlantecuhtli posee una sonrisa eterna.

 
Mictlantecuhtli y Mictlantecihuatl

Entre los grandes temas sobre los que discurrió el pensamiento de Nezahualcóyotl están el del tiempo o fugacidad de cuanto existe, la muerte inevitable, la posibilidad de decir palabras verdaderas, el más allá y la región de los descarnados, el sentido de "flor y canto", el enigma del hombre frente al "dador de la vida", la posibilidad de vislumbrar algo acerca del "inventor de sí mismo" y, en resumen, los problemas de un pensamiento metafísico por instinto que ha vivido la duda y la angustia como atributos de la propia existencia.

La persuasión de que en la Tierra sólo por breve tiempo dura la reunión de los rostros y corazones es raíz de la tristeza, pero también principio de nuevas formas de pensamiento en el ánimo de Nezahualcóyotl:

Estoy embriagado, lloro, me aflijo,
pienso, digo,
en mi interior lo encuentro:
si yo nunca muriera,
si nunca desapareciera.
Allá donde no hay muerte,
allá donde ella es conquistada,
que allá vaya yo.
Si yo nunca muriera,
si yo nunca desapareciera.



Por fin lo comprende mi corazón:
escucho un canto,
contemplo una flor...
¡Ojalá no se marchiten!



COMO UNA PINTURA NOS IREMOS BORRANDO

¡Oh, tú con flores
pintas las cosas,
Dador de la Vida:
con cantos tú
las metes en tinte
las matizas de colores:
a todo lo que ha de vivir en la tierra!
Luego queda rota
la orden de Águilas y Tigres:
¡Sólo en tu pintura
hemos vivido aquí en la tierra!

En esta forma tachas e invalidas
la sociedad de poetas, la hermandad,
la confederación de príncipes.
Metes en tinta
matizas de colores
a todo lo que ha de vivir en la tierra.

Luego queda rota
la orden de Águilas y Tigres:
¡Sólo en tu pintura
hemos venido a vivir aquí en la tierra!

Aun en estrado precioso,
en caja de jades
pueden hallarse ocultos los príncipes:
de modo igual somos, somos mortales,
los hombres, cuatro a cuatro,
todos nos iremos,
todos moriremos en la tierra.

Percibo su secreto,
oh vosotros, príncipes:
De modo igual somos, somos mortales,
los hombres, cuatro, cuatro a cuatro,
todos nos iremos,
todos moriremos en la tierra.

Nadie esmeralda,
nadie oro se volverá,
ni será en la tierra algo que se guarda:
todos nos iremos
hacia allá igualmente:
nadie quedará, todos han de desaparecer:
de modo igual iremos a su casa.

Como una pintura
nos iremos borrando.
Como una flor
hemos de secarnos
sobre la tierra.
Cual ropaje de plumas
del quetzal, del zacuán,
del azulejo, iremos pereciendo,
iremos a su casa.

Llegó hasta acá,
anda ondulando la tristeza
de los que viven ya en el interior de ella…
No se les llore en vano
a Águilas y Tigres…
¡Aquí iremos desapareciendo:
nadie ha de quedar!

Príncipes, pensadlo,
oh Águilas y Tigres:
pudiera ser jade,
pudiera ser oro,
también allá irán
donde están los descorporizados.
¡Iremos desapareciendo:
nadie ha de quedar!

[Poema de Nezahualcóyotl en “Romances de los señores de la Nueva España”, f. 35 r-36 r. Traducción: Ángel María Garibay K. En América antigua de José Luis Martínez.]

Danza por los muertos en la Academia de San Carlos





Acá pego otro link que contiene más datos interesantes al respecto de la muerte y la poesía como medio de expresión del sentir sobre la muerte: http://www.difusioncultural.uam.mx/revista/nov2001/mattos.html


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